El expresidente participó de un zoom con dirigentes mendocinos; fue muy crítico del rumbo que tomó la gestión de Alberto Fernández y alertó sobre la reinserción internacional.
Por Jaime Rosemberg para La Nación.
Decidido a «retomar el contacto» con dirigentes de su partido en todo el país, el expresidente Mauricio Macri compartió una charla vía zoom con dirigentes de Pro Mendoza, que encabeza el diputado Omar de Marchi. Durante la charla, Macri se mostró «preocupado» por la «debilidad institucional» del país en la gestión de Alberto Fernández y dejó un lapidario mensaje sobre la inserción internacional del país. «El mundo nos ha muteado, estamos fuera del radar de los países importantes». Así lo reconstruyó LA NACION, según los organizadores del encuentro virtual.
El «éxodo de empresas», el «avance» de Cristina Kirchner en el Senado, el renovado cepo al dólar y la quita de fondos de coparticipación a la Ciudad formaron parte de la charla y de las preguntas de los participantes. Pero el ex presidente, según contaron cerca suyo, «prefirió centrarse en el rumbo general del país» y evitó dar definiciones tajantes.
«Con República, con instituciones, con límites al poder, con respeto, tarde o temprano, lo económico se resuelve. Ahora si perdemos esos andamiajes y esas estructuras fundamentales que generan los equilibrios, ahí ya no hay economía que pueda funcionar», reflexionó el ex presidente. Y afirmó, en referencia al Gobierno: «Si la arbitrariedad es lo que gobierna, la confianza desaparece y si no hay confianza no hay empleo», afirmó.
«Debe existir respeto a las instituciones y a las reglas de juego y hoy claramente hay una vocación de destruir un sistema de reglas claras, y eso representa todo lo que no queremos», afirmó. Y enseguida defendió su apelación al «mérito», que el Presidente rechazó en distintas oportunidades. «Hay un futuro en el trabajar, esforzarse, en el mérito en el cual todos creemos, un país crece cuando crece el sector privado y el trabajo privado, no cuando crece el empleo público».
Su tono se pareció al de la columna publicada en LA NACION el domingo último, cuando Macri habló del «ataque permanente a la Constitución» por parte del kirchnerismo, y defendió al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, luego de la poda inicial de los recursos de la coparticipación, decidida por el Presidente para resolver el conflicto salarial de la policía bonaerense.
El pedido de Monzó
Macri eligió, además, no contestarle a Emilio Monzó, el extitular de la Cámara baja que manifestó su deseo de que el expresidente «no sea candidato» en las próximas elecciones, y se dé paso a «nuevos dirigentes» del espacio, entre los cuales se incluyó.
Anteayer, Macri adhirió con su firma a una carta firmada por ex presidentes de la región como Fernando Henrique Cardoso o Ricardo Lagos en la que se advirtió que «las libertades están amenazadas por actores políticos que podrían utilizar la pandemia del coronavirus para reforzar de manera ilegítima su poder». Los participantes lo vieron «tranquilo y muy firme», y solo se distrajo en un momento, cuando su hija Antonia apareció en cámara, le dio un beso y siguió su camino.
El zoom con los macristas mendocinos, del que participaron 100 dirigentes, concejales, legisladores provinciales y militantes, será «el primero» de una serie de encuentros del ex presidente con dirigentes de su partido. Pro Mendoza, en tanto, escuchará a Rodríguez Larreta en el mismo formato, el próximo martes.
«Argentina sigue siendo un país de oportunidades, de talento», finalizó el ex mandatario, que tiene previsto continuar con sus encuentros virtuales en los días que vienen.
